Rehabilitación Masticación Respiración (RMR)
La rehabilitación-masticación-respiración (RMR) reeduca las funciones neurovegetativas primarias que son las que nos mantienen vivos, DEGLUCIÓN, RESPIRACIÓN y MASTICACIÓN, y repercuten en la salud general.
Desde que nacemos estas funciones se dan de forma automática para mantenernos vivos.
Los dientes mal posicionados se debe a que los maxilares no se han desarrollado lo suficiente por comer alimentos blandos, posicionar mal la lengua, masticar unilateralmente, tener respiración oral, no sellar los labios en reposo, succionar el dedo, un uso excesivo del chupete, o sea , factores ambientales la mayoría. Y no sólo es derivado de factores genéticos.
La RMR guía el correcto crecimiento y desarrollo maxilofacial, mejorando así la estética facial. Ya que la función hace la forma, las bocas más bonitas son las que mejor funcionan.
Esto se hace a través de unos dispositivos confort durante 12 – 18 meses y terapia miofuncional para restaurar una respiración nasal, mejorar la tonicidad muscular, establecer una posición correcta de la lengua y ejercer una masticación bilateral y enérgica. Así como, aumentar la cantidad de saliva en boca.
La RMR busca el EQUILIBRIO de las funciones neuro vegetativas y así evitar la aparición de mal oclusiones. Para ello, a veces nos ayudaremos de otorrinos, logopedas y pediatras.
Deglución: Lo hacemos entre 1200- 1400 veces al día apoyando la lengua contra el paladar y ejerciendo fuerza sobre él. Por eso, la interposición lingual (30% de los niños) hace que empuje la lengua hacia delante al tragar y protruye los incisivos, retrasa la erupción dentaria y se produce un micrognatismo transversal, es decir, repercute en el desarrollo oro facial de los niños en edad de crecimiento.
Respiración: La nariz es para respirar y no la boca. Por eso, el aire que pasa por la nariz llega a los pulmones húmedo, caliente y filtrado. El aire que pasa por la boca no.
Los niños que respiran por la boca enferman más, están peor oxigenados, consumen más ATB, roncan, presentan apneas, trastornos del sueño, su rendimiento escolar puede ser peor, … Reeducando sus funciones solucionaremos muchos problemas de alergias.
Un recién nacido es incapaz de respirar por la boca. El hábito nocivo de la respiración oral lo adquiere el niño en los primeros meses de vida, conforme aparecen problemas obstructivos nasofaríngeos, principalmente por hipertrofia aclenoidea y/o amígdalas o exceso de moco por catarros repetidos, que impiden el paso del aire por la nariz.
La respiración oral es una epidemia, a la que no se presta atención en el sistema sanitario. Según la OMS, más de la mitad de los adultos respiran por la boca en más o menor grado. Y eso conlleva una peor oxigenación y alteraciones en el biofilm oral, trastornos del sueño como ansiedad, depresión, apneas, ronquidos, posibles accidentes,… El mal funcionamiento de la boca puede afectar al paso del aire a través de las fosas nasales.
Masticación: Tiene que ser bilateral, alternante y enérgica. Cuanto más tiempo pasemos masticando más se mezclarán las enzimas de la saliva, más triturado pasa el alimentos y menor esfuerzo tendrá que realizar el resto del aparato digestivo. Además de aumentar con ello la oxigenación cerebral.
En los últimos años, ha habido un descenso drástico de la función masticatoria por el consumo de alimentos procesados, triturados,,, SIN esfuerzo. Además de que empleamos muy poco tiempo para comer.
El ejercicio masticatorio hace que aumente el flujo sanguíneo en áreas de encéfalo y cuanto más tiempo mastique (20 minutos por lo menos) y bilateralmente aumentará la hemoglobina en el cerebro.
Por eso, una correcta masticación hace que se produzca saliva, que active el parasimpático y la oxigenación.
A las funciones neurovegetativas alteradas, que secan la boca, hay que añadir los más de 500 medicamentos de uso cotidiano, alcohol y tabaco que alteran la cantidad y calidad de nuestra saliva.
SALIVA = SALUD.